Cartografía estelar


      Otra vez recurro a Fegetanis y su blog Viajes con mi tía, sitio al que regreso una y otra vez con ansias de novedades, pues este blog -como BibliOdyssey- se encuentra entre los maestros que guían mi camino. Hoy añadiremos a la lista una magnífica página de Felice Stoppa titulada Atlas coelestis (1).


Ilustración de 'Sphaera Mundi' de Johannes de Sacro Bosco y Planetario Theoricae Novum, publicado en Venecia por Simon Bevilacqua, 1499 (grabado en madera pintado a mano)

      El placer que produce la contemplación de la bóveda celeste es semejante a la fascinación que provocan  los territorios inexplorados y desconocidos, las tierras y mares lejanos e ignotos. En palabras de Fegetanis, la cartografía celeste se ha desarrollado paralelamente a la terrestre, como una hierogamia entre el Cielo y la Tierra. Pero, mientras los mapas terrestres eran fruto de la observación directa y la exploración real de los mundos representados, los mapas del cielo eran campo abonado para la imaginación  y la fantasía, dejando un amplio margen para las interpretaciones y caprichos de los cartógrafos, aunque no sería correcto interpretar en este sentido el uso de figuras y estructuras rítmicas basadas en la mitología para reflejar las distintas posiciones de los planetas y las estrellas.




Abd al-Rahmân al-Sûfî, Suwar al-kawâkib al-thâbita (Catálogo de las estrellas fijas). Copia oriental, 1266-67. Papier. BNF, Manuscrits orientaux (Arabe 2489)



Imagen Joannis Baptistis Vrients 1602 Epitome Theatri Orteliani, Antwerp 1601. ©Atlas Coelestis.

      Los Catálogos del cielo son tablas que contienen los nombres de las estrellas y sus posiciones en términos de coordenadas, que a veces resultan desalentadoras. Su confección está presidida por evidente preocupaciones estéticas que se reflejan en la iconografía, cuya información es más o menos precisa.

      Los Atlas celestes están entre los mejores libros que se han publicado. Destacan por la majestuosa representación celeste, ofreciendo dibujos de las constelaciones en un formato monumental. Fueron preparados por destacados astrónomos, como John Flamsteed, Johannes Hevelius o Johann Bode, que se basó en sus propias observaciones.

      Además de las constelaciones individuales, los mapas celestes representaban inmensas regiones celestes de todo el cielo visible durante todo el año en un lugar determinado. A lo largo de los siglos fueron introducidos los descubrimientos astronómicos, como las líneas de referencia para indicar las coordenadas y la forma de ajustarse a sus posiciones reales, la introducción de las estrellas que no son visibles a simple vista, nebulosas, etc.




Orión según los tres atlas mayores: Flamsteed (1753, izquierda) ; Uranographia, Hevelius (1690, centro) ; (b) Uranometria, Bayer (1603, derecha)

      La historia de atlas celeste se puede dividir en cuatro grandes períodos.

      Hasta la Uranometría de Bayer (1603), las preocupaciones estéticas y astrológicas impregnan la confección de los mapas celestes. Las posiciones de las estrellas están en su mayoría extraídas de catálogos de Ptolomeo o Al Sufí. Las constelaciones están representadas por figuras estilizadas, conforme a la tradición de Germánico, el cual hizo la traducción latina del poema griego los Phaenomena de Arato sobre las constelaciones. Las posiciones de las estrellas a veces no se da, y otras veces no es correcta, utilizando para señalarlas -no la precisión astronómica- Sino un brazo doblado, una espada, el contorno de la cara de una persona o de un animal mitológico. Esta tradición continúa en la Edad Media y el Renacimiento. El primer libro impreso ilustrado con figuras de las constelaciones se publicó Ferrara en 1482. Se trata de la Spahera Mundi de Johannes de Sacro Bosco, un compendio del Almagesto de Ptolomeo y los comentarios árabes, que imita el poema latino de Manilio, el primer trabajo astronómico publicado. 


  

Serpentarius cum Serpens en sus brazos. Del libro Uranometria del astrónomo alemán Johann Bayer, 1603.



Johann Bayer, Uranometria (1661) representando la constelación Orion. Cortesía de la United States Naval Observatory Library

      El Atlas de la Uranographia de Bode (1801), representa el cielo con precisión, a partir de las mejores observaciones de los astrónomos, como Tycho Brahe. Los nuevos atlas combinan la precisión con las preocupaciones estéticas. Compiten con los mapas de los cartógrafos para ofrecer visiones del cielo a la vez precisas y dramáticas. Son obras importantes de este periódo la Uranographia Firmamentum Sobiescianum sive de Johannes Hevelius (1690), y la Uranographia de Johann Elert Bode (1801). Muchos atlas otros notables se produjeron durante este período, como el Atlas Coelestis  de Johann Doppelmayr y la Macrocosmica Harmonia de Andreas Cellarius.




Cauda Hydrae, Centaurus, Crater, Argo Navis y Hydra



Aries, Musca, Pisces Borealis y Pisces Australis





Johann Elert Bode (1747-1826)
Cauda Hydrae, Centaurus, Crater, Argo Navis y Hydra #19
Aries, Musca, Pisces Borealis, y Pisces Australis
de la Uranographia de Johann Elert Bode (1801). 





La copia que aquí se presenta  se compone de placas coloreadas a mono de la obra  Coelum stellatum Hamisphaerium Arietis y Coelum stellatum Hemisphaerium Librae, de la XII Tabla, hoy desaparecidos, que han sido sustituidos por los de otra copia en blanco y negro de la Uranographia de Johann Elert Bode (1801).

      El tercer período se inicia con el atlas de Bode y termina con el de E. Delporte Délimitation scientifique des constellations (Tables et Charts) (1930), T. al inglés de Andrew James (2002), y se caracteriza por la profesionalización de los atlas. Si la Uranogaphia de Bode representa la culminación de una tradición, también marca el principio de la separación entre el atlas para los astrónomos profesionales y el de los aficionados. Durante el tercer período, la idea de un libro único para todos, que contenga todo lo que es visible en el cielo, con constelaciones de figuras reconocibles, es de hecho más factible. Los telescopios revelan nuevos objetos celestes: estrellas demasiado pequeño para ser vistas a simple vista, estrellas variables y nebulosas nuevas, cuyo descubrimiento se publica alcanzando gran popularidad entre el público. La precisión aumenta, las figuras mitológicas desaparecen poco a poco, el advenimiento de la fotografía dará lugar a nuevos publicaciones.




Eugène Delporte: Delimitación scientifique des constelaciones (Cambridge University Press, 1930)



Carta Norte, Nº III. E. Delporte, Delimitación scientifique des Cartes et constelacions, Cambridge University Press, 1930 Londres

      La fijación definitiva de las constelaciones se produce en el atlas de E. Delporte (1930), el cual abre el periodo moderno. Los censos más importantes de estrellas  se realizan con telescopios como el Monte Palomar y el Observatorio Europeo Austral (ESO) y se materializan en cientos de placas fotográficas que contienen millones de objetos celestes. Con el desarrollo de las redes informáticas y de comunicación, los catálogos y atlas están disponibles en línea para todo el mundo.

      Por ejemplo, el sitio web mantenido por Felice Stoppa Atlas coelestis ofrece un maravilloso paseo visual por el jardín encantado de uranométria. De Piccolomini a Delporte, a través de Gallucci, Bayer, Cellarius, Hevelius, Doppelmayer, Flamsteed, Bode o Argelander, podemos observar los mejores atlas de la historia, los mapas celestes más hermosos grabados por la habilidad y la imaginación humana. 




Mapa celeste manuscrito. Biblioteca Nazionale Austriaca.

     El autor del mapa  celeste manuscrito que mostramos aquí arriba, datado en torno a 1440, es desconocido; se conserva en la Biblioteca Nazionale Austriaca de Viena, y es una de los muchos ejemplares de cartografía celeste recogidos y admirablemente reseñados, con gran profusión de datos y detalles, en la excelente  página que hoy recomendamos, Atlas Coelistis de Felice Stoppa, de la que proceden las imágenes de nuestro post.




Planisferio Celeste Meridional. Autor Philippe De La Hire



Planisferio de Alberto Durero, xilografía, 1515. ©Atlas Coelestis



Representación del Hemisferio Boreal. Gaio Giulio Igino, De Astronomia, I-II siglo D.C. Hyginus. Poeticon Astronomicon,  Arhard Ratdolt, Venezia 1485



John Bevis, Atlas celeste, London 1750

  

Philippe De La Hire, astrónomo y matemático francés (1640-1718)  ©Atlas Coelestis



Allain Manesson Mallet, Description de l’Univers. París, 1685



Andrea Cellario, Atlas coelestis seu armonia macrocosmica, Amsterdam 1661



Frontispicio y detalles de las ilustraciones de la obra  Description de l’Univers, Paris 1683 ©Atlas Coelestis



Jacob Green (1790-1841), P.E. Hamm y J.H. Nesmith (grabados). Astronomical Recreations, or Sketches of the  Relative Position and Mythological History  of the Constellations. John Laval & Samuel F. Bradford, Philadelphia: 1824-1826





 Tres imágenes correspondientes a Carel Allard, Planisphaerii coelestis hemisphaerium septentrionale,  Amsterdam 1706




Karl FriedrichVollrath Hoffmann. Himmelsatlas fur Freunde und Liebaber der Sternkunde zu zeichen, Stuttgart 1835 



J. Davis. Elements of Astronomy, Philadelphia 1868

 (1) ©Atlas Coelestis para todas las imágenes reproducidas.



Comentaris

Anònim ha dit…
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My web page > topografía
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