¿Qué le ocurrió a la Unión Soviética?


       En la entrada que estáis leyendo voy a reproducir parte del artículo de Serguei Kara-Murza titulado ¿Qué le ocurrió a la Unión Soviética?, (publicado por el Instituto de Historia Económica y Social en su revista Gerónimo de Uztariz, n° 9/10, 1994, pp. 77-118) donde el autor expone la tesis de que Occidente siente prejuicios raciales contra los rusos, a los que considera un pueblo poco civilizado, vagos y borrachos, a los que hay que controlar para que no se desmadren. El capitalismo occidental manipula de esta manera la opinión de su sociedad porque, en el fondo, no desea que surja una nueva potencia capitalista que pueda poner en peligro sus intereses. Sin embargo, no siempre se cumplen los deseos de los dueños de este mundo y tienen que afrontar la dura  realidad: en Oriente están surgiendo dos nuevas potencias -Rusia y China- que pueden poner fin al imperio del capital angloamericano. 




4ª. Introducción: un tradicionalista de izquierdas.

      Serguei Kara-Murza, por un tiempo asesor de Putin, enseña en Rusia y España y es autor de varias publicaciones y estudios académicos dedicados a la historia, la ciencia y la sociedad. Sus obras más destacadas son Manipulaciones Mentales (2000) donde describe el problema de la manipulación de la opinión pública por los medios de comunicación pro-occidentales en Rusia;  El materialismo histórico y el problema Oriente-Occidente, Moscú, 2001 (en ruso); La civilización soviética, Moscú, 2002 (en ruso); La ideología y su madre la ciencia, Moscú, 2002 (en ruso); Eurocentrismo, el complejo de Edipo de la intelligentsia, Moscú, 2002 (en ruso); La manipulación de la conciencia, Moscú, 2003 (en ruso). La colección El Viejo Topo ha publicado El Libro Blanco de Rusia, en colaboración con los profesores Serguei Anatolevich Batchikov y Serguei Iurevich Glasev.


  


      El analista ruso se hizo conocido por declararse anti-globalización, por ser un anti-liberal y un anti-occidentalista declarado. Sin embargo, también rechaza el marxismo tradicional, tachándolo de positivismo y de no tener en cuenta los sentimientos, la memoria colectiva del pueblo, los arquetipos y los sentimientos religiosos del hombre, que según su parecer, son fundamentales para explicar los fenómenos sociales. Considera que el marxismo es una de las ideologías nacidas del industrialismo, como el liberalismo. Desconozco si cree o no que las hipótesis marxistas sobre los modos de producción son doctrinas o, por el contrario, piensa que se han formulado siguiendo el método científico. Califica al marxismo de ideología que tiene las mismas contradicciones que el liberalismo: la creencia en un progreso indefinido, basado en la eficacia económica (productividad) y las restricciones naturales del crecimiento.





Fuente: Taringa México, donde un lelo trata de explicar el marxismo y se sumerge en un "cacao mental" del que no sabe cómo salir.

      A los marxistas que piensan con los términos del empresario capitalista (éxito o fracaso relacionado con la eficacia de la productividad) los llama marxistas vulgares. Dice que el marxismo sigue los métodos de la ciencia positiva del siglo XIX, extrapolando a los fenómenos sociales los métodos de las ciencias naturales, sin tener en cuenta que los primeros están sujetos a sentimientos, pasiones, la moral, la ética, las creencias, los arquetipos culturales… Para Kara-Murza no es lo mismo estudiar un fenómeno físico (recopilación de datos, medidas, tratamiento estadístico de los mismos) que los problemas políticos o sociales (lo que él define como un “problema social íntegro”), es decir, que incluyen componentes de valores morales que rebasan el marco de racionalidad científica. También denuncia lo que llama problemas conceptuales de algunos marxistas que consideran como una debilidad o una traición cualquier aproximación crítica al marxismo-leninismo.
 



 La Amenaza Roja aún no ha terminado: "No es de extrañar, pues Satanás odia a la familia y ha lanzado su veneno contra ella en forma de comunismo". American Government in Christian Perspective, 2nd ed., A Beka Book, 1997

     Después de leer sus opiniones, a mí me da la impresión de que no ha llegado a comprender el concepto de superestructura ideológica definido por Marx. Por supuesto que es conocedor de que Marx, al estudiar cualquier sociedad, distingue entre una infraestructura económica y una superestructura (ideas, religión, moral…). Me parece una reiteración tener que explicar que la infraestructura económica del capitalismo se caracteriza por el modo de producción basado en la separación entre quienes poseen los medios de producción y los que sólo tienen la fuerza de su trabajo para subsistir. Esta disposición crea unas relaciones de producción determinadas entre empresarios y trabajadores. El grupo que detenta el poder económico, los empresarios, también son los amos políticos. Este poder y las relaciones sociales de producción determinan  las superestructuras ideológicas (derecho, educación, cultura, arte, filosofía y religión) la sociedad no podrá cambiar significativamente las superestructuras si no se cambia la infraestructura económica.

      Realizada esta aclaración, a mí me parece que de las afirmaciones de Serguei Kara-Murza se deduce que no comparte este concepto marxista de superestructura. De alguna manera, el hombre cree que las ideas, la religión, etc., existen independientes de la materia que las sustenta. Es como decir que las ideas no se producen en el cerebro, sino que existen independientemente de él, en un mundo metafísico. 

    Para terminar con la introducción, diré que Kara-Murza ha criticado duramente las reformas económicas liberales rusas de 1990 y está a favor de una sociedad más colectivista economía. Algunos califican la ideología de Serguei Kara-Murza como "conservadurismo de izquierda". Él, por su parte, no se reconoce en los intelectuales occidentales –incluso los que presumen de marxistas- porque opina que sus opiniones  son eurocentristas.



¿Qué le ocurrió a la URSS?

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